miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sofisma

Este fin de semana estuve por mi amada costa, por fin después de tanto desear visitarla ya podía verla desde la ventana del avión. Palparla, sentirla, respirarla, disfrutarla (y de qué manera!), cada minuto de mi estadía. Pude revivir muchos recuerdos bueno y malos que igual nos llenan de vida; me di cuenta de algo y es que esta vida es algo espectacular, no depende de nadie, depende de nosotros mismos como la querramos llevar. Pude recordar mis inicios, hablar con antiguos compañeros y colegas, tener tiempo para mi, para mi instrospectiva, para mi terapia; darme cuenta que mi deseo de ir desesperadamente allá era un sofisma; es de mucho cuidado y sabiduría poder distinguir algo que puede ser hermoso y luego nos damos cuenta de una manera muy certera que es un sofisma.

Así como una sinfonía se compone de varias partes, así también nuestra vida, en donde debemos aprender a vivir con intensidad cada una de esas partes para que al final pueda ser una obra maestra, disfrutar cada uno de los movimientos; nosotros mismos somos los compositores de esa sinfonía y debemos vivirla e interpretarla cabalmente pues es hechura propia. Cada vez que decidimos "vivir", estamos escribiendo futuros compases que tendremos que interpretar nos guste o no.

Mis momentos en la costa este fin de semana fueron maravillosos y gracias a ti fueron inolvidables; quiero verte cada vez que vuelva para poder apreciar como lo hice esta vez lo intangible que nos rodea.

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